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MARGARITAS

domingo, 27 de septiembre de 2015

IN MEMORIAN - ALVARO -



Colgado de una nube de algodón
entre copos congelados de esperanza
te espero
Siempre te espero
A las puertas de la tierra
y a las afueras del cielo
Pero no llegas
Nunca llegas
Y rezo
Por no caer en el pozo
del olvido.
Entre sombras de silencio
aferrado a los recuerdos
te espero.
Siempre te espero.

lunes, 21 de septiembre de 2015

LAS ESTACIONES: OTOÑO



  EQUINOCCIO DE OTOÑO

Equinoccio lánguido
pálido de sueños 
henchido de nostalgias
y ladrón de recuerdos.
Añoranza del estío.
Amor imposible de la primavera.
Eterno imitador de mil inviernos.
Pintor de atardeceres precoces
de cientos de hojas marchitas 
dibujadas por los suelos
y burbujas de colores
amarillas y marrones
planeando por el cielo.
                                                                               Honorio Poveda

viernes, 18 de septiembre de 2015

sábado, 5 de septiembre de 2015

EL DIA DEL FIN DEL MUNDO


                                    

Día 21 de diciembre de 2012. Me levanté temprano con la intención y el deseo de poder observar, desde algún punto privilegiado, el principio del fin del mundo, final del mundo que tantos años atrás habían pronosticado los Mayas.

Al romper el alba, me encaminaba hacia la cima de una de las montañas más altas situada en las cercanías de mi residencia. Una vez en el sitio adecuado, protegido bajo el  techo de una pequeña cueva formada por grandes rocas, cuya minúscula entrada estaba orientada hacia el este, me dispuse a contemplar el magno acontecimiento.

Estaba nervioso y me sentía sobrecogido. En parte por la emoción de aquel momento que pudiera ser tan especial, y en parte por el miedo que atenazaba mis piernas y manos. Concentré toda mi atención en la línea divisoria que  formaban las montañas al fundirse con el cielo, por donde presumía que, de un momento a otro brotaría el sol. Este, según la leyenda, emitiría llamaradas como lenguas incandescentes, que alcanzarían la tierra en pocos minutos y originarían el Apocalipsis.

Un halo de luz comenzaba a dibujarse por el horizonte.  El silencio se convirtió en esbozo de un grito de asombro cuando el sol, como un globo amarillento fugado de la mano de un niño, comenzó a ascender pausadamente desde las cúspides montañosas. Durante unos instantes noté cómo el corazón se me desbocaba, hasta comprobar que el sol remontaba como una mañana cualquiera. 

Afortunadamente no había ninguna nube,  la visibilidad excelente, y a los pocos minutos podía sentir en mi persona el calor de los rayos solares acariciándome el rostro y calentando mis manos y pies, fríos aún por el relente matinal y las bajas temperaturas del invierno que comenzaba.

Incluso podría jurar que se manifestaba  más sonriente y brillante que de costumbre, y por  momentos, tuve la sensación de que me hacía unos guiños jugando con los destellos de pequeñas llamarada refulgentes en su mejilla izquierda

Al cabo de un santiamén, ya  no tenía duda alguna de que no pasaría nada, y me sentía seguro con el frío y el miedo ahuyentados de mi cuerpo.

Cuando me marchaba de aquel lugar, volví la cabeza y pude ver el sol  cómo jugaba con una pequeña nube blanca, dibujando con sus destellos  dorados el esbozo de una risita socarrona.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

mañana tempranera

REMEMBRANZA


Despierta tempranera
la mañana azul
Un sol vigoroso
comienza a brotar silente
de entre aguas anaranjadas
que cortan el horizonte distante 
caldeando la arena
de la mar algente.
Mientras, la luna aterida huye de la noche.
Olas rumorosas de remembranza
coronadas por pletóricos glóbulos burbujeando
se disputan presurosas
arribar primero
hasta la playa. 
En cada ola...llegan    

Palabras. Solo palabras. Palabras de amor, entrecortadas, lágrimas. Preseas embalsaman el aire con su fragancia. Sueños de adolescencia. Suspiros del viento. Un beso y una flor. Pensamiento aflicto. Un adios.
Amanecer de agua salada.
                                                         
   Honorio Poveda