Dice mucho de
la personalidad y de las intenciones o estados de ánimo de la persona.
Distintas pueden ser las formas y
actitudes que adoptamos a la hora de ejecutarlos.
Cuando se estrecha la mano firmemente,
abarcándola por completo, sin apretar demasiado y mirando fijamente a los ojos,
el apretón es un saludo cálido, y comunica simpatía y afectividad.
Si se ofrece la palma de la mano hacia
abajo, el apretón puede indicar un carácter dominante, o bien se manifiesta de
esa manera para ocultar un talante inseguro.
O, si se estrecha la mano con flacidez,
poco contacto entre las palmas y con frialdad, dando la sensación de dejar la
mano en lugar de darla, el apretón produce una impresión desfavorable, y denota
indiferencia.
Los buenos apretones pueden corresponder a
personas extrovertidas, afables y con buen carácter. Los malos apretones a
personas introvertidas y con mal carácter.
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