Su nombre no importa mucho. Digamos que se llama M.C. y que tiene
58 años. Nació en Gibraltar, accidentalmente. De padre irlandés y
madre italiana, conoció a su esposa Ellen en España, chilena de nacimiento
y con nacionalidad canadiense, donde sus padres habían emigrado.
Trabaja como directivo en una multinacional suiza con sede central
en Zurich y delegaciones en Tokio, París, New York, Londres, El Cairo,
Buenos Aires, Singapur, Barcelona y Bilbao, por lo que tiene sus intereses repartidos,
tanto laborales como personales, por los cinco continentes.
Su primer hijo, Sinhué, actualmente reside en Bruselas, donde
trabaja para la C.E.E., nació
inesperadamente durante unas vacaciones en Egipto.
El segundo, Robert, tiene nacionalidad americana y trabaja en
Boston, donde reside.
El tercero, bueno, la tercera, se llama Ainhoa, nació en Bilbao y
estudia en Madrid, donde vive con su novio, un estudiante cubano.
Por último, la benjamina de la familia, Eme, una niña vietnamita
de seis años adoptada durante su estancia en Singapur.
Una mañana de domingo, viendo las noticias del mundo en
la CNN, mientras almorzaba, Eme le soltó la pregunta.
- Papá, qué es eso de la globalización?
y una pícara sonrisa se dibujó en sus labios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario